Es hora de hablar de flores y de plantas que, a pesar del otoño que se avecina, mantendrán el tono tropical, exótico y maravillosamente cálido, en nuestros hogares y rincones especiales. Es hora, en efecto, de hablar en Rivera Garden de una de las flores que en este sentido mejor se pueden adaptar a esta necesidad de alegrar y animar este tiempo de cambio y de transición que se abre ahora en septiembre y el final del verano. ¡Vamos a hablar del Anturio, del Anthurium Turenza!
Origen e historia
El Anthurium Turenza es sobre todas las cosas, una planta de interior. Su principal encanto, lo que más nos llama la atención al primer vistazo, es sin duda su color: ese rojo intenso y que nos transporta a un clima tropical, caluroso y alegre, que tiñe sus hojas y la hace tan especial.
Como es fácil imaginar, ese color revela su origen: Sudamérica o mejor dicho, prácticamente todo el continente americano, pues originalmente pueden encontrarse desde México hasta Argentina. No obstante, su comercialización actual tiene su origen en su catalogación, a partir de 1876, por parte de botánicos franceses, quienes la introdujeron en Europa y en los mercados occidentales.
Desde antiguo se le han atribuido incluso propiedades afrodisíacas al Anturio debido a la forma de sus hojas rojas, grandes y achatadas, que dan lugar a la flor propiamente dicha, llamada espata o candela (hoja modificada), de color amarillo y que crece erguida en el centro. Por ello se le conoce con muchos nombres, todos asociados a su apariencia: flor de la pasión, lengua del diablo, flor del flamenco…
En griego, no obstante, su nombre significa literalmente flor de la cola,por motivo de su inflorescencia, lo que sin duda ha contribuido a que se la tuviera siempre como símbolo, sobre todo en las culturas precolombinas, de fertilidad.
Su presencia y conocimiento en España, no obstante, es muy reciente. Hasta prácticamente el siglo XXI no se comenzó a comercializarse en nuestro país de manera habitual, y desde entonces ha adquirido fama no sólo por sus cualidades estéticas sino también como elemento purificador del aire, de modo que podemos considerarla un ambientador completamente natural de nuestros hogares.
Cuidados
Bajo el nombre de Anthurium podemos encontrar hasta 700 variedades distintas, aunque todas comparten las características principales: su esbeltez, su inflorescencia llamativa y vistosa, y su cualidad incomparable como flor de interior, ornamental.
Como buena planta tropical, su origen determina los cuidados y atenciones básicas que debemos prestarle para que luzca en lozanía y plenitud: deberá estar siempre en un entorno cálido, con una temperatura constante y unas condiciones de humedad también constantes y regulares, entre los 20 y los 28 grados. ¡No hay nunca que bajar de 15! Pues su hoja perenne podría sufrir daños irreversibles si las condiciones también de luminosidad son insuficientes. No obstante, a pesar de la calidez que precisa para su mantenimiento, debemos mantenerla alejada de fuentes de calor tales como estufas, hornos, lámparas, así como también protegerla de corrientes frías en los días de invierno.
Deberemos mantenerla, sobre todo, siempre húmeda y fresca, con agua en un plato, por debajo, y pulverizaciones diarias, regándola una vez a la semana en invierno y, atención, cada tres días en verano. ¡No hay que podarlas! Ni tampoco abrillantarlas con ningún tipo de producto de floristería, sino sencillamente dejar que en los días de lluvia el agua limpie sus hojas, en todo caso sin usar para ello agua que pueda contener restos de cal. A su vez, también será conveniente retirarle las hojas marchitas que podamos verle, así como fertilizarlas con fertilizante líquido cada dos semanas prestando especial atención a esto durante la floración; es conveniente que le cambiemos la maceta cada dos años aproximadamente, teniendo en cuenta que el suelo adecuado para nuestro Anthurium debe ser ligero y suelto, que le permita respirar a sus raíces y rico en materia orgánica.
Enfermedades y plagas
Aunque como flor ornamental de interior no suele verse afectada en exceso por enfermedades o plagas, hay que tener especial cuidado con la araña roja, el trips y la mosca blanca, que en general decoloran sus hojas y marchitan sus flores, restándole brillo y vida a nuestro Anthurium. Hay que estar también atento a posibles procesos de pudrición en los bordes de las hojas, así como una necrosis de las mismas por exceso de agua o humedad, la septoria o amarilleamiento de las hojas, y algunos hongos que pueden afear nuestra maravilla tropical. Pero para cualquiera de estas incidencias, por supuesto, puedes contar con Rivera Garden. En nuestras instalaciones encontrarás siempre las atenciones y orientación necesarios así como los productos y consejos que te permitirán mantener siempre viva y alegre tu Anthurium.