Rivera Garden

El ficus

El ficus, que se traduce literalmente del latín como “higo“, es un nombre bajo el que se engloba toda una gran y muy variada familia de arbustos, árboles, trepadoras, etc, procedente de la zona intertropical, cuya naturaleza es perenne salvo en zonas donde existe una larga estación seca, como Europa y, por supuesto, nuestra Andalucía y nuestra Chipiona. En Rivera Garden queremos hablarte hoy de esta familia, una de las que está más presente tanto dentro como fuera de nuestros hogares, debido a su diversidad y su amplia difusión.

Tipos y características

¿No lo crees? Pues verás: hay alrededor de 900 tipos distintos de ficus. El rango es tan grande que abarca desde la higuera, la tradicional, de la que hay a montones en Chipiona, de esas que dan tan buen asombra en verano y cuya presencia se deja notar en nuestro campos y terrazas, hasta la tuna, de la que también tenemos muchas aquí, o los grandes “ficus macrophylla”.

Precisamente, hoy nos vamos a centrar en las variedades más famosas y comunes de los ficus llamados de decoración interior. Esas plantas que todos tenemos en la cabeza, que se nos vienen a la mente cuando escuchamos la palabra “ficus”, cuyas hojas son ovaladas y de color verde oscuro, y cuyo tamaño oscila entre los 30 centímetros de largo (en los llamados “Ficus Elastica” o “Árboles del Caucho”) hasta las más pequeñas de las del “Ficus Benjamina”, pasando por las del tamaño intermedio del “Ficus Lira” o “Ficus de hoja de violín”.

Son esos ficus que crecen en macetas y que comparten símbolos comunes: hojas simples, con márgenes lineales, a veces lobulados, y flores del género de las “inflorescencias”, denominadas técnicamente como “syconiums”, en cuyo interior se contienen semillas: el hijo o la breva son syconiums, aunque todos los ficus producen este tipo de flores hermafroditas que germinan recubiertas por la vaina, en una especie de curiosa introspección.

Cuidados y precauciones

Los ficus de ornamentación, usados para la decoración interior de las casas, son muy versátiles y polivalentes. Se adaptan a atmósferas muy calurosas y también húmedas: ¡son capaces de sobrevivir a condiciones muy pobres de luz! Como en Chipiona no tenemos ese problema, es conveniente que reciban mucha luz natural, y soportan bien la exposición directa al sol. Lo que no soportan tan bien es padecer heladas, por eso procura no exponerlo a temperaturas que bajen de cero. ¡El ficus tampoco lo haría!

Es conveniente, no obstante, que los riegues poco: una vez a la semana en invierno, o incluso una vez cada 8 o 10 días, y luego, en verano, un par de veces por semana. Es suficiente así. En cuanto al sustrato, es mejor que utilices uno que drene bien, que se seque. Es importante, toma nota de esto que te decimos en Rivera Garden, que  cada vez que vayas a regar tu ficus, compruebes que el sustrato está bien seco, que no está mojado ni húmedo.

Las hojas, que son, por así decirlo, el corazón y lo más característico de los ficus, te dirán si lo estás regando bien o no. Si se amarillean y caen, es que les estás dando demasiada agua. Si se marchitan, es que necesitan más. Es mejor podar las ramas superiores del ficus para lograr así que la planta gane frondosidad por debajo. empaque, belleza, que parezca compacta. El propio látex que supura la planta ayuda a que cicatricen rápidamente las heridas de la poda. Pero ese látex es nocivo para la piel humana, así que, ya sabes querido amigo: con cuidado.

Los ficus son resistentes: sólo pueden hacerles daño, en especial, las cochinillas y la araña roja. También puedes padecer por culpa de los pulgones y de algunos hongos que atacan sus hojas. Para combatir la cochinilla, hay que aplicar alcohol metílico con algodón. Para la araña roja, es conveniente pulverizar el ficus con agua y algún agente contra los ácaros. Y nada más. A disfrutar del ficus.

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